252. El día en que mandé todo a la porra

De cartero: mi primer empleo

El pasado 4 de mayo de 2017 se cumplieron 8 años desde que me inicié en el mundo laboral. Un 4 de mayo de 2009 entré a trabajar como cartero en Correos Chile. Y desde entonces he estado en muchos trabajos, la mayoría de estos como cajero. Sin embargo, quiero contarles una historia que me sucedió hace ya más de un año, y quiero contárselas para que tengan cuidado a la hora de buscar trabajo. No es llegar y aceptar cualquiera. Por favor, el artículo es largo, pero vale la pena la lectura y reflexión.

Buscando un trabajo mejor

A principios del año 2016 estaba trabajando como cajero a medio tiempo en Penco. Sin embargo, como trabajaba sólo 3 días a la semana, el dinero apenas me alcanzaba para pagar mis deudas. Estaba de novio en ese entonces y no podía juntar el dinero que nos faltaba para casarnos. Así que, luego de conversarlo con mi novia, decidí buscar un trabajo a tiempo completo que me permitiera juntar la plata que necesitábamos.

Comencé a buscar y, luego de un par de semanas, encontré un trabajo como cajero en un casino de comida de una Universidad acá en Concepción. Feliz, renuncié al supermercado y un 3 de marzo de 2016, entré a trabajar para la empresa encargada del casino - una empresa que no diré su nombre para evitar problemas de cualquier índole, aunque por la foto de la Universidad algunos pueden cachar de quién hablo - , que se dedica a concesionar casinos de comida en colegios, universidades y otros lugares. Recuerdo perfectamente que todos éramos nuevos, excepto una, a quien el jefe del lugar dejó como jefa de cajas (aunque experiencia en eso poco tenía, por no decir nada). Éramos 4 personas, así que me dejaron con una joven cuyo nombre ya no recuerdo, en un turno, y las otras dos (incluyendo a la jefa de cajas) en el otro turno.

Feliz con mi trabajo... pero poco me iba a durar

Los primeros días todo bien. Aprendí a usar las cajas, pero ya intuía que la cosa no iba a ser fácil. Las cajas eran muy malas. Las pistolas no marcaban, así que debía buscar todos los productos por descripción usando un teclado, cosa que era muy demorona y latosa. Aquellos primeros días los jóvenes de la Universidad no entraban a clases aun, pero cuando lo hicieron, las filas se extendieron por metros y metros. Y más encima debía yo pasarles todos los productos, llámese bebidas, golosinas... ¡También tenía que preparar los cafés de la máquina! Ya a la semana comenzó a disgustarme la pega.

Recibiendo el genial contrato de trabajo

Cuando llegué a la entrevista a las oficinas de la empresa, ubicada en Talcahuano, me indicaron que el cargo era de cajero y de reponedor. No tuve problemas para aceptar el empleo. Pero grande fue mi sorpresa cuando, un par de semanas después, me llegaron con el contrato, donde se indicaban más de 20 labores que debía realizar. Sí, leyeron bien: 20 labores distintas, aparte de ser cajero. "¡Qué diablos!", fue mi primera expresión al ver mi contrato. ¿Y la paga? Unos $280.000, un poco más que el sueldo mínimo. 

A eso súmale las filas de los clientes (estudiantes y profesores), recibir vales de colación, reponer, hacer cafés, pedir sencillo, cuadrar cajas, cerrar y abrir el boliche, tener turnos de 8 a 6 de la tarde (turno de mañana) y de 12.15 a 22.30 horas en turno de tarde y cumplir con tooooodo lo del contrato que, para rematar, la última labor que indicaba que debía hacer era "cumplir con cualquier cosa que el empleador me pidiera". O sea, debía hacer todo, absolutamente todo lo que mis jefes quisieran. Si querían que hiciera un café en una de sus sucursales en Arica, debía hacerlo porque el contrato lo indicaba.

Todo eso comenzó a cansarme, pero... ¡Qué más da! Debía juntar plata si quería cumplir mi sueño de casarme.

El día en que mandé todo al soberano rábano

A mediados de marzo me mandaron a cubrir un puesto en un casino de comida en la Universidad de Las Américas de Concepción, administrada también en ese entonces por la empresa concesionaria. ¡Fue muy genial! La gente muy amable, jornadas laborales tranquilas y haciendo bien mi pega. Lamentablemente tuve que volver al lugar de origen, donde a principios de abril quedó la escoba.

No era el único que quería irse. Mi compañera de turno estaba chata. Yo intenté irme una vez, pero me pidieron que me quedara y así lo hice. Pero al día siguiente mi compañera de turno renunció, aburrida del trabajo, y no la culpo. Ese día, turno de tarde, me llegó un refuerzo de otro casino para poder terminar bien mi turno. Eso fue un día jueves. A todo esto, había llegado un cabro que nos ayudaría en entregar los pedidos, pero duró menos que estornudo de gato y renunció también.

¿Quién puede aguantar hacer tantas cosas por un poco más del mínimo? Tenía tintes de abuso la cuestión. Pero yo debía seguir adelante, puesto que mi matrimonio dependía de mi sueldo.

Al día siguiente, viernes, mi jefe me indicó que a las 6 de la tarde me quedaría solo a cargo del casino, y que una cocinera quedaría para hacer los pedidos de completo. Yo, preocupado, le dije que necesitaba apoyo porque en las noches, entre las 8.00 y las 10.00pm, el casino se llenaba y no daría a basto. "No te preocupes - me dijo -. Los viernes son fomes". Y yo, iluso, le creí.

De todas formas, a los minutos volvió con una mujer, y me dijo que ella me ayudaría a sacar los cafés de la máquina hasta que terminara el turno. Eso me dejó más tranquilo, puesto que debía preocuparme de mi caja y nada más.

Pues bien, a las 6 de la tarde se fue mi compañera cajera que estaba de la mañana, y quedé solo. No andaba mucha gente así que estaba tranquilo. La chica me ayudaba con los pedidos de café. Pero, tal como lo tenía en mente, a las 8 de la tarde la cosa se llenó... y se llenó como nunca lo había visto.

Sin mentirles, en la fila habrían unos 40 jóvenes. Y no importaba si los atendía rápido, la fila no decrecía. Atendía como podía, y la chica hacía los pedidos de café tan rápido como podía. Pasadas las 9 de la noche, la chica de los café me dice que tenía que ir al baño. Pero nunca volvió. Simplemente se fue. Y yo quedé solo. Literalmente solo, con 40 cabros en la fila, y unos pocos esperando sus café que la chica no entregó.

Desesperado porque todos comenzaron a presionarme a mi para hacer los pedidos de café, les dije que no podía hacerlos porque estaba en caja. Rápidamente fui donde la cocinera y ahí recién me enteré que la chica se había ido. Enojado, cansado y frustrado, vuelvo al boliche y... ¡Quedó la tendalada!

Los cabros sencillamente saltaron el mesón y comenzaron a sacar de todo y hacerse ellos mismos el café. No los culpo, no es culpa de ellos que la concesionaria sea tan rasca. Intenté deternerlos, pero no pude. En mi desesperación, sencillamente dejé de atender (eran como las 9.30pm aprox) y puse el letrero de caja cerrada. Los cabros comenzaron a alegar y yo les dije que no era justo que yo tuviera que hacer toda la pega solo, por lo que cerraba el casino y presentaría mi renuncia.

En eso, justo pasa un tipo, de terno negro, y se suscita el siguiente diálogo, de lo que recuerdo claro está:

- Tipo de terno: Hey, joven. ¿Por qué ha cerrado?
- Yo: Porque solo no puedo atender a tanta gente.
- Tipo de terno: A mi eso no me interesa. Soy el encargado de la Universidad de velar que el casino siga funcionando. La concesionaria nos indica que deben atender hasta las 10 de la noche, no hasta las 9.30.
- Yo: No me interesa tampoco lo que diga la concesionaria. No puedo atender solo a toda esta fila.
- Tipo de terno: Pues tiene que hacerlo porque para eso está ahí, así que abra.
- Yo: No, no voy a abrir, y le digo que acabo de renunciar, por lo que no puede obligarme a seguir atendiendo.
- Tipo de terno: Es que tenís que abrir porque no podí dejar a todos estos jóvenes sin atención.
- Yo: Entonces atiéndalos usted, a ver si puede atender caja y hacer café al mismo tiempo.
- Tipo de terno: Si no abres mañana hablaré con el encargado del casino para que tomen cartas en el asunto contigo.
- Yo: ¡Hágalo! ¡No intente meterme miedo! Le acabo de decir que renuncio, y esto va para la Inspección del trabajo, porque usted como representante de la Universidad está aceptando que yo, sólo yo, atienda a más de 40 personas sin ayuda de nadie, y eso no es justo ni correcto, y desde mi perspectiva, es un abuso laboral.
- Tipo de terno: Haga lo que quiera...

Y dicho eso, se fue. ¿Cómo puedo recordar tanto este diálogo? Sencillo: porque me marcó tanto la injusticia que estaban cometiendo conmigo, que sencillamente me senté y me eché a llorar. Sí, lloré de impotencia, porque nadie se ponía en un lugar. Y rabia porque estaba en una institución en teoría "cristiana" (ya pueden ir descartando algunas Universidades) en donde deberían entenderme, pero bueno... no podía pedir más.

La cosa es que, cuando me vieron llorar, los jóvenes disolvieron la fila y se fueron, salvo unos pocos, entre quienes habían unas chicas que me dijeron: "Ánimo amigo. Es injusto esto. Mañana hablaremos con la federación de estudiantes porque no es primera vez que pasa esto". Eso algo me alegró. No era el único que había sido tratado así.

Abrí mi caja y atendí unos cuantos pedidos más. A las 10 de la noche cerré, cuadré la caja, ordené el boliche, cerré todo y me fui triste a casa. Mis padres, al saber, me dijeron que fuera a denunciar a la empresa a la Inspección del Trabajo, y así lo hice. ¡Cinco páginas tenía la carta de renuncia! Pero no me pescaron ni en subida ni en bajada.

¡Tengan cuidado!

Chiquillos: el mundo está difícil. Encontrar un trabajo no es cosa fácil. Pero eso no significa que debes permitir que te quiten tu dignidad. Eso no debes permitirlo ni aceptarlo. Yo renuncié, y seguí buscando empleo. Y ahora disfruto de uno que, claro, no es el empleo ideal, pero me siento bien allí, me pagan bien, y disfruto mi trabajo. Y, por sobre todo, somos un equipo de trabajo, donde todos nos ayudamos. Lamentablemente esta concesionaria no conoce el trabajo en equipo, y creyeron que yo les iba a seguir el juego.

Lean bien sus contratos. Por muy desesperados estén de trabajar, NUNCA permitan que los pisoteen. Esta experiencia me sirvió para tener mucho ojo a las clases de empresas que existen. Algunas son muy buenas, pero otras son, con todas sus letras: CHANTAS.

Gracias por leerme. Pronto vienen nuevos artículos. ¡Saludos!

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251. Tres razones para creer que Dios existe (parte 1)

Todo lo que nos rodea demuestra la existencia de Alguien superior (Yungay, 2012)

Hoy en día es muy común encontrar gente que no cree en Dios. Si tú me lees de hace tiempo, sabrás que creo que Él existe, y pruebas hay muchas. Sin embargo, hay millones de personas que han llegado a la conclusión de que, efectivamente, Dios no existe. Claro está, sus razones deben tener, y en cierto modo lo respeto, aunque no lo comparto.

¿Será realmente que Dios no existe? Y si existe, ¿cómo podemos estar seguros de que realmente es así? En este artículo no pretendo dar una cátedra de doctrinas bíblicas. Al fin y al cabo, este no es un blog religioso. Pero expondré, a mi juicio, tres argumentos que no son válidos para creer que Dios no existe. Veamos el primero de ellos, y los otros los veremos en artículos posteriores.

Yo no creo en Dios porque nadie, ni yo, lo ha visto

¿Has oído eso antes? Siguiendo la regla del "Ver para creer", necesitan ver físicamente a Dios para llegar a la conclusión de que Él existe. Pero, seamos sinceros. Hay muchas cosas en la vida que no podemos ver, pero sabemos que existen. Te pondré dos ejemplos básicos, y verás que no es tan sencillo como decir que algo no existe porque no lo vemos.

El viento se manifiesta cuando nos choca en la cara o cuando produce olas en el lago. Pero NO vemos el viento. (Lago Buenos Aires, Argentina, 2009)
  • El viento: ¿Has visto la acción del viento, especialmente cuando hay temporales de lluvia? Vemos las hojas de los árboles moverse, y sentimos el viento chocando en nuestra cara. ¿Alguien podrá decir que el viento no existe? Nadie diría eso en su sano juicio. Pero, ¡ojo! Nadie ha visto el viento. "¿Cómo que no? - quizá diga alguien - Lo veo cuando choca en mi cara o veo las hojas de los árboles moviéndose, o cuando se levanta polvo con el viento". Claro, estas cosas vemos, pero lo que en realidad vemos es LA ACCIÓN del viento sobre las hojas, el polvo y nuestra cara. Así pues, nadie puede ver el viento físicamente, como si se tratasen de líneas movidas de un lado a otro.
  • La fuerza de gravedad: ¿Qué sucede si tiras un objeto al aire, como un vaso? El objeto llegará a una altura determinada, pero finalmente caerá, por efecto de la fuerza de la gravedad. Nadie se atrevería tampoco a negar de la existencia de esta fuerza que nos mantiene con los pies en la tierra. Pero, al igual que el viento, nadie ha visto la fuerza de gravedad. Antes que digas algo parecido al párrafo anterior, el vaso cayendo al piso es LA ACCIÓN de la fuerza de gravedad sobre el vaso. Por lo que nadie puede ver unas flechas empujándonos hacia la tierra.




Estos dos sencillos ejemplos nos demuestran que, el hecho de no ver algo, no significa que no exista. Entonces, ¿cómo podemos estar seguros de que Dios efectivamente existe?

Hay una forma muy sencilla de "ver" a Dios: y es justamente observando el viento y la fuerza de gravedad, pero yendo más allá del mero hecho de que existen*. Observa, por ejemplo, todo lo que te rodea en su conjunto. ¿Verdad que hay una armonía? 

Por ejemplo, el viento es importante para la vida humana. Sin él, la vida sería muy difícil en la tierra. Entre otras cosas, empuja el agua evaporada de los océanos a lugares más altos, donde se condensa, formando nubes, que nos proporcionan agua dulce. Además, arrastra la contaminación lejos de las ciudades. ¡Y qué refrescante es una brisa de viento helado en un día caluroso! ¿Te imaginas, por otro lado, vivir sin la fuerza de la gravedad? A esta hora estaríamos muertos, flotando en el espacio quizá, debido a la ausencia de oxígeno.

Piensa en los animales, las plantas, los planetas, el sistema solar donde vivimos, o el planeta donde habitamos, que está hecho con las cualidades necesarias para la vida. ¿No es eso obra de alguien muy superior a nosotros?

¿Podríamos concluir que aquella cascada y lo hermoso del paisaje fue simplemente una casualidad, o Alguien lo diseño? (Ojos del Caburgua, 2017)

Piensa en lo siguiente: ¿Podríamos llegar a la conclusión de que las casas donde vivimos fueron construidas de la nada, o que el maestro tiró los materiales al aire y la casa cayó armada? No, por supuesto que no. Toda casa es construida por alguien. Y si una simple casa necesitó alguien que la diseñara y la construyera, ¿no podríamos pensar eso de un sistema mucho más complejo que una casa, como lo es el universo?#

Dios espera que no creamos ciegamente en Él. Él quiere que busquemos pruebas de su existencia, y la Creación (todo lo que nos rodea, e incluso nuestro propio cuerpo) es una buena forma de darse cuenta de que existe un diseñador mucho más inteligente y creativo que nosotros, y ese es Dios%.

En una siguiente entrega, hablaremos del siguiente argumento: "Si Dios existe, ¿por qué sufrimos?". No te lo pierdas. ¿Y tú? ¿Qué opinas? Espero sus comentarios. ¡Saludos!

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*: La Biblia, la palabra de Dios, nos insta a observar la creación para ver a Dios (Romanos 1:20)
#: Véase Hebreos 3:4.
%: Compara con Hechos 17:11.
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250. Noticias Panchito 13: ¡Un cuarto de millar de artículos publicados!

¡Mi fiel computador, listo para publicar este artículo!

Hoy es un día especial, queridos seguidores de mi blog. Después de 11 años con Donde Panchito, hoy he llegado a la cantidad de 250 artículos publicados, 1/4 de millar de artículos en línea. Habrían sido muchos más ya que, como saben, hace algunos años eliminé la sección Con respecto a la Biblia, por las discusiones que giraban en torno a lo que escribía.
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Varias personas me han dicho que no es común que un blog en español llegue a 11 años de vida. No sé si será tan tan raro, porque de seguro deben haber otros blogs con más años y con muchos más artículos publicados. Pero, lo que me tiene feliz, es que este proyecto nació de una serie de fracasos en el área del internet y, luego de adquirir la experiencia necesaria, puedo decir que Donde Panchito ha sido un total éxito. No tendrá muchas visitas, no tendrá muchos comentarios, y quizá no sea muy conocido a nivel global, pero a mí me llena de orgullo este pequeño rincón en la web.

Tengo 53 artículos en borrador y muchas más ideas en mi alocada mente :D

¿Hasta cuándo continuaré con Donde Panchito? Pues, en realidad, no lo sé. Uno no sabe qué puede suceder con el correr de los años. Pero, si todo sale bien, quiero continuar con este lugar hasta ponerme viejo y morir. Imagínense, si vivo 80 años, este blog tendrá 63 años de vida. Me entusiasma esa idea, y espero llevarla a cabo.

Pero, claro está, sin ustedes, mis lectores, este blog no tendría ningún sentido. ¡Muchas gracias por vuestro apoyo! Y nos vemos, prontamente, luego de mis vacaciones, aquí, Donde Panchito. ¡Saludos!
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249. Ventana al Cyberespacio 3: Mi Lado Nintendo

¡Qué temporada estamos teniendo en Donde Panchito! Esta es la 12da, y vamos bien encaminados en cuanto a artículos se refiere. No quiero que este blog se acabe nunca, y llegue a ser viejito escribiendo en él, como lo hacía una señora que inauguró la sección que hoy retomaremos, después de años sin escribir nada: Ventana al Cyberespacio.

¿Y de qué señora estoy hablando? Pues de María Amelia, de quien les hablé el año 2008. Tenía más de 90 años y poseía un blog que la llenaba de felicidad. Ella al año siguiente falleció. Pero dejó un legado de que no es necesario ser joven para hacer cosas que te gusten. La vejez no es impedimento, ni mucho menos.

Pues ahí creé Ventana al Cyberespacio, una sección donde les contaré de algunos blogs y páginas web que me gustan y que a menudo leo. En esta ocasión vengo a hablarles de Mi Lado Nintendo.

Un excelente sitio web dedicado a los videojuegos

Mi Lado Nintendo en mi Netbook con Windows POSReady 2009

Mi Lado Nintendo es un sitio en internet creado el 2007 por mi hermano Andrés. Te recomiendo que lo visites. Es una web muy entretenida. Encontrarás artículos referentes a la piratería china, juegos de NES, encuestas y hasta un juego que se llama "¿A qué te suena?". 

También posee una radio online que suena todo el día, donde podrás escuchar música de videojuegos, tanto de Nintendo, como de Super Nintendo, PC, y de otras consolas de la gran "N".

Te dejo el link. De verdad, no es porque sea de mi hermano: es que vale la pena visitarlo. ¡Saludos amigos!
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248. El botiquín

Botiquín

Hoy les quiero contar una situación que viví hace algún tiempo mientras volvía a casa luego de ir al trabajo.

Eran eso de las 10:30 de la noche cuando, al virar en una esquina, me encuentro con una patrulla policial que estaba haciendo controles a los conductores. El carabinero me indica que debo estacionarme a un lado, para proceder con el control, a lo cual hui alocadamente con rumbo desconocido hasta hoy lo hago sin problemas.

El carabinero me pide los documentos del auto y comienza a tomar nota. Entretanto, había muchos autos esperando también el control. Pensé que no se iba a demorar tanto, pero ya iba para los 10 minutos por un simple control rutinario.

La sorpresa vino cuando el carabinero me exige que abra el portaequipaje para ver si tenía el botiquín. Yo, algo sorprendido, le pregunto el por qué quiere ver el botiquín. Me respondió que quería ver si lo llevaba consigo en el auto. Me negué y no dejé que lo buscaran. Dije: "Por ley no tengo la obligación de portar uno. No soy vehículo de transporte de pasajeros, quienes sí deben tener uno por obligación". El carabinero se retiró al retén móvil y, pasado unos minutos, me devuelve todos los documentos y me deja ir.

Llegué a casa y quise averiguar más sobre el asunto. Y esto encontré.

En un artículo publicado en la página de noticias 24 horas*, se habla del artículo 75 de la ley del tránsito, que en la siguiente imagen queda totalmente resumida en cuanto a qué artefactos deben ir en un vehículo de manera obligatoria.



Como ven, los siguientes artículos sí son obligatorios en cualquier vehículo: extintor, rueda de repuesto, gata, llave de cruz, triángulos y chaleco reflectante. Pero, tal como dice la infografía, el botiquín de primeros auxilios debe ir en los vehículos de carga, locomoción colectiva y transporte escolar.

Sin embargo, al leer otro artículo en internet#, me he percatado que, para pasar la revisión técnica del vehículo, debo poseer un botiquín en su interior+. Entonces... ¿es o no obligatorio? 

Pues, por si las moscas, siempre traigo uno en el auto. Y, para la próxima que me pidan mostrar el botiquín, es mejor hacerlo y así me evitaré problemas. Pero, nunca está de más saber las leyes del tránsito, incluyendo saber los objetos que uno debe poseer dentro de su automóvil.

Ya llegamos a mitad de año, y de esta 12da temporada. He escrito muchos artículos y me visitan aproximadamente 900 personas al mes. Eso me tiene feliz. Pero, nadie, o casi nadie, comenta. ¿A qué se deberá esto? ¿Será que ya no escribo tan bien como antes? ¿O quizá es latoso leer? No lo sé, pero aun así estoy entusiasmado por continuar con este blog. Agradezco las visitas que recibo, y reitero que estás en total libertad de comentar cualquiera de mis artículos. ¡Saludos amigos de Donde Panchito!
_____________________________________
*: Este es el link de la noticia sobre la ley mencionada en este artículo:
http://www.24horas.cl/tesirve/conoce-como-es-el-kit-de-emergencia-que-todo-automovilista-debe-portar--1891114

#: Este es el link de la página web sobre el botiquín en la revisión técnica:
http://www.tuautoseguro.cl/conduccion/lo-que-no-puede-faltar-en-el-botiquin-de-tu-auto/

+: La revisión técnica es un proceso donde el cual cada propietario de un vehículo debe llevarlo una vez al año a una planta donde revisan el auto, y de esa forma chequear que todo funciona bien y que es apto para circular durante un año por las carreteras y calles de Chile. El orden para ir a revisión se basa en el último dígito de la patente del auto. Por ejemplo, mi auto termina con un 3, por lo que le corresponde su revisión en el mes de junio.
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