270. Tres razones para creer que Dios existe (parte 2)


Hace ya algunos meses comencé un pequeño tema que trata acerca de la creencia en alguien superior: Dios. Y sí: yo dije que este no es un blog religioso. Prueba de ello es que eliminé todos los artículos en los que hablaba de una religión X o una religión Y. Pero lo cierto es que me gusta hablar de Dios. No hablar de una religión en específico porque cada cual decide cómo adorar a Dios (de hecho, religión significa forma de adoración), sino de la Biblia.

Lamentablemente, mucha gente, y cada vez más, llega a la conclusión de que Dios no existe. Sin embargo, en la primera parte ya pudimos ver que todo lo que nos rodea da prueba contundente de la existencia de un ser que es infinitamente más grande y poderoso de nosotros. Nadie en su sano juicio diría que las cosas surgieron de la nada, ¿no?

El primer argumento que analizamos en el artículo anterior de esta serie es que si no vemos a Dios, entonces no existe. Pero indicamos que no vemos el viento, ni tampoco la fuerza de gravedad, pero nadie duda de su existencia (puedes leer el artículo si gustas antes de proseguir con este). Hoy hablaremos de otro argumento que puede hacernos llegar a la conclusión de que Dios no existe.

Si Dios existe, ¿tiene la culpa de la maldad?

Mucha gente deja de creer en Dios porque piensa que es el culpable del hambre y de las guerras, entre otras desgracias.

A decir verdad, esta es una excelente pregunta, y en realidad todos queremos saber por qué vivimos en un mundo tan malo y que nos trata con tanta crueldad. Lo cierto es que mucha gente no logra compatibilizar un Dios de amor con que nos deje a la deriva en este mundo tan malvado. Pero, lo que no toman en cuenta, es que NO estamos a la deriva. Es más, Dios está muy al tanto de lo que nos sucede. Pero, si es así, ¿por qué no hace nada? La respuesta es que sí está haciendo algo, pero para poder comprenderlo mejor, pongamos una pequeña ilustración.





Imagina que estás casado, tienes una familia y un pequeño hijo. Te esfuerzas por criarlo de acuerdo a tus principios y normas morales y te esmeras para que él sea un hombre de bien. Ahora bien, supón que, apenas cumpliendo los 18 años, decide irse de la casa, y te pide su herencia que le tenías reservado, que es un dinero que tenías guardado. Como ya es mayor de edad, dejas que se vaya y le entregas su dinero. Él lo malgasta en casinos de juego, mujeres de mala reputación y comprando drogas. Cuando no tiene dinero, decide robar e incluso mata a una persona para poder robarle su dinero. ¡Que malas decisiones tomó este joven, ¿verdad?! Recuerda que es tu hijo.

Te pregunto: ¿Tienes TÚ la culpa? La respuesta claramente es NO, y seguramente tú llegaste a esa misma conclusión. ¿Por qué tendrías que tener tú la culpa de las malas decisiones de tu hijo? Bien, ahora, ¿podría la familia de la persona que mató tu hijo hacerte culpable del asesinato y meterte preso? La respuesta nuevamente es NO, porque fue tu hijo quien hizo eso luego de independizarte de ti, y él debe pagar por lo hecho, no tú. Está claro que tú, como padre, no causaste el daño que hizo tu hijo, pero sí permitiste que se fuera. ¿Verdad? Ahora bien, ¿qué tiene que ver todo esto con que si Dios existe o no?

Muchas personas le echan la culpa a Dios por todas las desgracias que vivimos. Y dejan de creer en Él porque consideran que es muy malo, o que, si realmente existiera un Dios, no deberían ocurrir estas cosas. Dios es como el padre de la ilustración. Intentó, por medio de la Biblia, educar a los humanos en sus caminos y normas morales. Pero la gran mayoría optó por no hacerle caso y dejarse guiar por sus propias normas. Como consecuencia, se independizaron de Dios y comenzaron a actuar según sus propios criterios de lo que es bueno y malo. Para un ladrón, robar no es malo. De lo contrario no lo haría. Para un asesino, matar no es malo, de lo contrario no lo haría. Así el mundo está metido en una maldad sin precedentes.

Ahora, hagamos las mismas preguntas de hace un rato. ¿Tiene DIOS la culpa? La respuesta que NO. ¿Por qué tendría que tener Él la culpa de las malas decisiones de los humanos? Ahora bien, ¿podríamos nosotros culpar a Dios de que alguien me asaltara, alguien matara a un amigo de nosotros, o alguien nos hiciera daño? La respuesta nuevamente es NO, porque las personas deben pagar por sus actos, ya que Dios no fue quien las causó. Simplemente las permitió.

Si un hijo choca y mata a otra persona por ir borracho, el padre no tiene la culpa de sus malas decisiones una vez que ya no hace caso de sus advertencias y abandona el seno familiar. De igual modo, no podemos echarle la culpa a Dios de las desgracias que ocasionan quienes se han apartado de sus justas normas.

Sabiendo que Dios sí existe y que no causa el sufrimiento humano, ¿Podr?

Sin embargo, ahora surge otra pregunta. Si él no las causa, ¿por qué las permite? Antes de responder esa pregunta, a estas alturas debería quedarnos claro que la maldad en el mundo no se puede usar como prueba de la inexistencia de Dios. Eso debe quedar más que claro, clarito como el agua. Somos los propios seres humanos quienes, gracias a nuestras malas decisiones, tenemos el mundo como está. Y, aunque seamos personas buenas, nuestra imperfección nos inclina a hacer lo malo. Pero eso no es culpa de Dios.

Pues, para responder la pregunta de este subtítulo tendremos que remontarnos muy lejos en la historia. Y eso lo haremos en la tercera parte de esta pequeña serie. Gracias por leerme y visitarme en esta ya 13va temporada de Donde Panchito. ¡Nos vemos!

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