356. ¿Qué aprendemos del Coronavirus?

¿Por qué tantas desgracias en el mundo?
Vivimos tiempos complejos. En el anterior artículo pudimos ver los efectos del famoso coronavirus en la vida de la gente. Claramente la situación está fuera de control. Y por muchas medidas que se tomen, no se ve una solución a corto plazo. Sin embargo, lo que estamos viviendo hoy en día es sólo un ápice de una acumulación de problemas a nivel mundial y local que, a todas luces, tiene que pasar. Pero, ¿podemos aprender algo de lo que hemos vivido últimamente? Claro que sí. Sé que hace más de 10 años que no hablo asuntos bíblicos en un artículo completo, pero la situación amerita que, por esta vez, hable lisa y llanamente de lo que enseña la Biblia al respecto. Presta atención.

¿Qué aprendemos de los sucesos mundiales actuales?

a) El dinero no puede salvar nuestra vida. la crisis del coronavirus nos tiene a todos en la misma situación, no importa si tenemos mucho o poco dinero. Por mucho dinero que tengamos en nuestras cuentas bancarias, o aun pudiendo ir a la clínica más cara y con los mejores médicos del mundo, el virus puede acabar con nuestras vidas igual. Eso nos deja claro que, aunque seamos millonarios, el dinero no nos puede salvar de alguna epidemia o de cualquier otra enfermedad. Con razón la Biblia nos insta a no amar el dinero y, por el contrario, cultivar amor por el prójimo, que llena más que todo el dinero del mundo (lee 1 Timoteo 6:10)


b) Hay que ser empáticos. La gente se desespera. Se lleva todo de los supermercados y de las farmacias, sin tener ninguna consideración por los demás. Esta característica es contraria a la empatía, a saber, ponerse en el lugar del otro. Claramente si yo quiero protegerme de esta pandemia, debo permitir que los demás también lo hagan. Tristemente, la sociedad humana es terriblemente egoísta, y lo que estamos viviendo es prueba de ello. Por ello, la Biblia nos pide que amemos al prójimo y lo demostremos con hechos, no sólo con palabras (lee Mateo 7:12, Hechos 20:35)

 
c) Hay cosas más importantes que el dinero y el trabajo. "Trabaja para vivir, y no vivas para trabajar". Los cambios de circunstancias han hecho que muchas personas vean si realmente el dinero y el trabajo es más importante que la familia, los amigos o Dios. Ahora que todos estamos encerrados en nuestras casas, echamos de menos pasar tiempo la familia que no vive con nosotros, o con los amigos. Pero si esto no hubiera pasado, muchos seguirían de sol a sol trabajando como locos para mantener la vida extravagante que tienen. Sé que muchos trabajan arduamente para llevar un sueldo mínimo a sus casas, pero nunca debemos olvidar que, por sobre el trabajo o la plata, está nuestra familia. Dios, el creador de la familia, nos pide que la mantengamos, pero también que sepamos darle estabilidad emocional y espiritual, cosa que no se logra si trabajamos sin parar (lee Efesios 3:15; Efesios 5:28,29,33; 1 Timoteo 3:5)

 
d) La clave de la felicidad está en ser personas espirituales: Muchos afirman que el dinero es la clave de la felicidad. Y, aunque el dinero claramente ayuda, no son pocas las personas que, teniendo millones de pesos, no son felices. ¿Dónde está la felicidad? Satisfaciendo nuestra necesidad espiritual. Ahora que tenemos más tiempo libre, busquemos a Dios. Leamos la Biblia y averigüemos la Verdad sobre Él. Quizá nos llevemos una sorpresa sobre lo que creemos acerca de Dios (lee Josué 1:8; Salmo 1:1-3; Mateo 5:3)
 

e) El ser humano no está capacitado para autogobernarse: todo lo que está pasando con la pandemia es una prueba más (de las muchas que hay) de que el ser humano jamás fue creado con la capacidad de gobernarse a sí mismo. Claramente, lo que dice la Biblia en Jeremías 10:23, es una verdad absoluta. Durante miles de años, los seres humanos han intentado acabar con los problemas que nos aquejan (incluyendo las enfermedades), pero jamás lo han logrado. Sólo Dios tiene la capacidad, y las ganas, de acabar con nuestros problemas y llevarnos a la felicidad absoluta (lee Eclesiastés 8:9)

 
f) Las pestes son parte de la señal "del tiempo del fin": las pestes es sólo una arista de la señal del tiempo del fin. Las pruebas que estamos viendo sobre el tiempo del fin son irrefutables: pestes, guerras, terremotos, hambre, destrucción del medio ambiente... personas malvadas, frívolas, sin autocontrol, furiosos y con ganas de hacer maldades... un sistema político, comercial y eclesiástico corrompido... todo eso nos muestra que pronto vendrá el fin. Pero... ¡Anímate! No hay que tener miedo (lee Mateo 24:7-14; Lucas 21:10,11 ; 2 Timoteo 3:1-5)
 

g) Lo que se viene será realmente genial: las iglesias tienden a enseñar que Dios nos pone a prueba, o que a Dios no le importamos. ¡Nada más alejado de la verdad! Dios acabará con todo lo malo de este mundo. Los problemas que nos aquejan serán cosa del pasado: viviremos por siempre en una tierra libre de todo lo que nos hace daño. Eso quería él en un principio, y nada ni nadie podrá impedirlo. Eso demuestra claramente que a Dios sí le importamos, y que ahora es el momento de ponerse de parte de él. (lee Isaías 33:24, Salmo 37:10, 11; Apocalipsis 21:3-5)

 
¿Qué debemos hacer?
Como podemos ver, muchas cosas se pueden sacar al limpio con lo que estamos viviendo. Esta cuarentena tiene que hacernos pensar en qué estamos haciendo con nuestras vidas. Cuando todo vuelva a estar mejor, estemos más cerca de nuestra familia, nuestros amigos, nuestros vecinos... y también de Dios. Él es la esperanza de un mundo mejor, y a Él hay que aferrarse, ahora, y para siempre. ¡Saludos!

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355. ¡Ha llegado el CoronaVirus!

Escucha este artículo (3:46 min)
Hay que sobrevivir a la pandemia mundial que nos aqueja

Estamos viviendo tiempos complicados. El Coronavirus ha llegado para quedarse un buen rato. A decir verdad, yo lo veía bien lejano. Total, el virus comenzó en China. Sin embargo, la cosa se salió de control y, al día de hoy, hay más de 600 contagiados en Chile (1 fallecido). Yo estoy en cuarentena hace ya casi 1 semana por motivo de una faringitis. Por precaución, tomando en cuenta que trabajo entregando insumos y medicamentos en hospitales, la doctora me mandó a cuarentena por 14 días. ¿Qué he podido ver durante mi encierro?

Miedo

La gente tiene miedo. Muchos nunca hemos vivido una pandemia y, cuando comenzamos a ver la cantidad de muertos en el mundo y cómo este virus avanzaba sin piedad por los países, claramente sentimos temor. Pero el miedo es generalizado. He conversado con varios amigos y conocidos, y casi todos concuerdan en que tienen miedo de lo que puede pasar. Miedo incluso de morir. Si bien es cierto la tasa de mortalidad es baja, el enfrentarse a algo que jamás habían vivido (una pandemia) produce temor sobre el futuro.

Egoísmo

Estas crisis sanitarias sacan, algunas veces, lo peor de la gente. Claro está, la gran mayoría es consciente de lo que estamos viviendo, y se quedan en sus casas haciendo una cuarentena voluntaria. Como mencioné en el vídeo, no necesitamos una orden de la autoridad para cuidar nuestra salud. Pero también hay cientos de personas que, en realidad, no sé qué diantres tienen en su cabeza. Piensan que este período es de vacaciones; de salir a pasear, y pasarlo bien. Hay que ser muy tonto para pensar que todo va bien, y que no me contagiaré por salir de vacaciones o al mall (por cierto, acá en Chile están cerrados).

La gente arrasando con todo

En otro frente, el egoísmo se ve reflejado en las compras. Sí, porque, desde que llegó el coronavirus a nuestro país, la gente de volcó a los supermercados y farmacias para arrasar con todo (literalmente). Se acabaron las mascarillas, el alcohol gel, el papel higiénico... Los artículos de primera necesidad iban desapareciendo de los anaqueles. Algunos supermercados tuvieron que limitar la cantidad de unidades de aquellos productos, para evitar que algunos se llevaran todo, y dejaran sin nada al resto.

No, pero después andamos protestando por la igualdad, por los derechos de los adultos mayores... pero igual les dejo los supermercados vacíos para que no compren nada. ¡Hipócritas!

Cumplimiento


Mi blog no es de teología. Pero saben que soy cristiano. Y claramente lo que está sucediendo es un cumplimiento a rajatabla de lo que indica la Biblia, ese libro tan olvidado por muchas personas, e incluso motivo de burla por otros. La Biblia dice sin rodeos que, en el tiempo del fin, se verían, entre muchas otras cosas, lo siguiente:
  • Pestes en un lugar tras otro (Lucas 21:11)
  • Personas egoístas, que piensan sólo en ellos en vez de los demás (2 Timoteo 3:1-5)
  • Personas sin autodominio (2 Timoteo 3:1-5)
  • Burladores que, al ver las pruebas bíblicas, se burlarían de quienes creen en la Palabra de Dios (2 Pedro 3:3, 4)
Señoras y señores: no nos podemos hacer los ciegos a lo que estamos viviendo. ¿Qué debemos hacer entonces? La respuesta en el siguiente artículo. ¡Saludos a todos!
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