Hoy les quiero hablar (o mejor dicho, escribir) sobre algo que me trae muchos recuerdos. Es algo que recibí cuando era muy pequeño, y que me ha acompañado por muchos años. Hoy les quiero hablar de Teddy, mi oso Teddy.
Teddy es un oso café, con ojos anaranjados, que tengo hace ya la no despreciable suma de 28 años. Sí, casi tres décadas. ¿Cómo llegué a tenerlo? La historia cuenta que, para cuando nací, mi padre me regaló ese hermoso oso. Claramente, cuando me lo regaló, era muchísimo más grande que yo. Junto con él, también me regaló otro oso, más chico, de color amarillo, cuyo nombre era Panchito.
Algunas veces le da por creerse humano |
Conforme fueron pasando los años, Teddy y Panchito me siguieron acompañando. Claro, obviamente al crecer, estos osos quedaron chicos al lado mío. El vínculo que tenía con ellos era único. Les agarré mucho cariño. Es raro, porque al fin y al cabo son solo unos osos de peluche. Pero bueno, eso pasó: les tomé cariño y siempre estaban en mi cama cuando iba a dormir.
Lamentablemente, Panchito "murió" hace unos años, por el desgaste propio del tiempo. El que sigue "vivo" aun es Teddy. Y hoy, casado y con 28 años a cuestas, aún lo tengo en casa. Claro, ya no duermo con él, pero está en el dormitorio. Quizá termine viviendo con él hasta que me muera... o se "muera" él primero :P
¿Y tú? ¿Tienes algún oso de peluche que sea de tu niñez? ¿O algo que sea de cuando eras niño y lo guardes en la actualidad? Conversemos en los comentarios. ¡Hasta la próxima!
Izq: yo, cuando chico, con Panchito (a mi derecha) y Teddy (a mi izquierda). Der: Con Teddy hace un par de años |
_____________________________________________