253. ¡Borracho, borrachito!

Foto tomada de Emol.cl

¡Wow! Ya estamos en el mes de agosto. Nos estamos acercando lentamente al final de la temporada 12 de mi blog. Y este año he tenido un repunte en la cantidad y calidad de los artículos. Para serles sincero, pensaba que al casarme no tendría mucho tiempo para dedicarme a mi querido blog. Pero lo cierto es que mi esposa ha sido muy comprensiva, y he podido compatibilizar todas mis actividades, tanto seglares, como espirituales y de ocio, y eso me tiene muy feliz.

A lo largo de los ya más de 11 años de vida de mi blog, he hablado muchas veces de los choferes imprudentes. Y tampoco he dejado de lado a los peatones que hacen lo que quieren cuando se trasladan. Ejemplos de esto puedes hallarlos en los artículos 087. Cruce donde quiera... bajo su responsabilidad, 189. Despáilate poh Panchito y 199. Fíjate por donde andas, pajarón. ¡Hasta yo algunas veces cometo imprudencias, como les conté en el artículo 242. Panchito Schumacher.

Pues bien, lo que les quiero contar es una pequeña historia que me sucedió meses atrás en mi trabajo. Creo que no les he comentado, pero trabajo en una tienda de comestibles, de estos 24/7, que están abiertos toda la noche. Próximamente les contaré lo "maravilloso" que es trabajar de noche. Pues bien, en una de esas noches de trabajo, llegaron tres jóvenes en un auto a comprar comida para servirse en el local. Pero estaban totalmente borrachos. No estaban con unas copitas de más. Estaban hechos pebre de tanta borrachera. A duras penas entraron al local y pidieron su comida.

Pensaba: "¿Cómo es posible que estas personas manejen así?". Pensaba llamar a la policía, pero no fue necesario, puesto que al rato llegaron y los esperaron afuera. Al parecer los venían persiguiendo, pero sin que se dieran cuenta.

Una media hora después, aquellos jóvenes salieron del local, con la intención de subirse al auto, pero la policía se los impidió y se fueron detenidos, luego de hacerles el examen de alcohol de rigor.

Me pregunto: ¿Vale la pena arriesgar MI vida y la de los demás por intentar manejar tomado? ¿Cuántas campañas y vídeos publicitarios se necesitarán para que la gente porfiada deje de manejar si ha bebido alcohol? Así como vamos, viendo la porfía del hombre (y la mujer), este será tristemente un cuento de nunca acabar.

¿Y tú? ¿Qué opinas? ¿Conoces alguna historia similar? Conversemos en los comentarios. Y como siempre, gracias por vuestra linda visita.


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2 comentarios:

  1. jajaja vaya,las imprudencias q se cometen en las grandes ciudades pueden llegar muy curiosas,aunque claro hay q tomarlo siempre de manera despectiva y seria,yo por mi parte no he tenido q encontrarme con situaciones así ya que vivo en un municipio no muy grande,aún q claro me he llegado a encontrar con situaciones un tanto cómicas en las vias donde vivo.saludos panchito!!!

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    Respuestas
    1. Julian: Situaciones como éstas son, lamentablemente, cada vez más comunes. De cada uno depende ser responsable de su propia vida y cuidar la de los demás.

      Saludos :D

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