235. Las incongruencias de la vida

La vida puede ser muy injusta algunas veces...

De cuando en cuando, observo ciertas situaciones en mi diario vivir que me llaman la atención. Y lo que me sucedió hace un par de meses un día de verano de paseo junto con un amigo a Lenga, me llamó poderosamente la atención. Me hizo pensar en las incongruencias de la vida... en que la vida muchas veces es terriblemente injusta.

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Como les decía, hace un par de meses iba con Sebastián (un amigo de acá de Lirquén, no mi primo) en mi auto rumbo a Lenga, una caleta cerca de Concepción. Varias veces he hablado de ella y pronto estará en "Viajando con Panchito". En un cruce semaforizado, debíamos doblar a la izquierda, pero para ello hay que esperar la flecha verde del semáforo. En eso estábamos cuando, de la nada, aparece un joven, de unos 25 ó 30 años, y se pone al lado de la ventanilla de mi auto, a mi lado. Golpea insistentemente el vidrio y cuando lo miro, simplemente me dice: "Deme una moneda"

Yo lo quedé mirando un par de segundos. O sea, si vas a pedir plata porque sí, por último pídelo por favor. No sé si el joven estaba enfermo como para no trabajar como lo hace todo el mundo, pero no me dio ganas de darle dinero. Al decirle que no, se enoja y furioso sigue hacia el auto que estaba atrás.

Sebastián miraba la escena, y pensaba decirle el por qué no le di dinero, cuando por la otra ventanilla, la del pasajero (donde iba Sebastián) aparece un viejito, de unos 75 años aproximadamente, vendiendo dulces en silla de ruedas. Bajo la ventanilla y me dice: "Joven, ayúdeme comprando alguna cosita". 

Al ver al anciano, en una silla de ruedas, y más encima haciendo esfuerzos por vender, saqué $500 que tenía guardados y le pedí dos bolsitas de gomitas de eucaliptu de $200 y que se dejara los $100 del vuelto. El abuelo sonrió. "Muchas gracias joven. Que Dios le bendiga", y siguió con su trabajo.

¿Cuál es la diferencia de ambas personas? Ambos necesitaban el dinero, pero ¿notaron cómo intentaban obtenerlo? El joven, a base de ningún esfuerzo, pidiendo limosna de auto en auto. No quiero se prejuicioso: No sé si tendría algún problema físico o algo por el estilo, pero al pensar en que un abuelo en silla de ruedas, 60 años más viejo que aquel joven, quizá con una pensión miserable luego de toda una vida de esfuerzo, sí podía trabajar para ganar dinero... No sé, todo eso da para pensar.

Y por eso el mundo está como está... y vamos de mal en peor...
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2 comentarios:

  1. Sí, vamos de mal en peor. Qué injusta la vida.
    Saludos Panchito. Me gusta leerte :D

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    1. ¡Gracias por tu comentario Adivina! Y sí, vamos de mal en peor. Pero aun hay esperanza de que pronto todo será mejor. ¡Saludos!

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