176. Viajando con Panchito 7: Yungay

En una nueva entrega de mi sección favorita, saldremos de los límites de mi querida ciudad, Concepción, y nos iremos de viaje. Conoce por dónde anduve en mis últimas vacaciones donde por fin pude descansar del trabajo
Y nos vamos de viaje :D

Tenía muchas ganas de escribir un nuevo Viajando con Panchito. Como ya les he comentado en otras oportunidades, me encanta esta sección, donde les muestro alguno de los lugares donde he estado. Pensando y pensando, me acordé de que, tiempo atrás, les estaba relatando mis vacaciones 2008, pero quedaron inconclusas. Y así quedarán, puesto que Viajando con Panchito reemplazará a las secciones Vacaciones Coihaique 2008 y Vacaciones Punta Arenas 2009, secciones que desaparecerán de este blog.



La última vez que escribí en esta sección, les relaté mi experiencia en la visita a la Plaza Acevedo, conocida por sus gigantescos dinosaurios al aire libre. También les había comentado la posibilidad de salir de los perímetros de Concepción. Y pues hoy lo haremos: saldremos de Concepción y nos iremos hacia la cordillera. Hoy marcamos un hito en Viajando con Panchito: nos vamos de viaje y visitaremos nuevos lugares, lugares que quizás tú ni siquiera sabes que existen. ¿Tienes tu equipaje listo? Shhhh, ¿otra vez no lo tienes listo? Por la mismísima... Sabes que cuando hacemos el bendito Viajando con Panchito tienes que traer tu equipaje pos, ya apúrate, queda poco tiempo ¡Qué bien! Entonces ponte cómodo: nos vamos a Yungay.

Yungay

Pues bien, si mal no recordarán, en mis pasadas vacaciones de febrero fui a dos ciudades cerca de Concepción: una es Laja, y la otra es Yungay. Esta última queda aproximadamente a unos 120 kilómetros al este de Concepción. Su población (la ciudad en sí) es de 9.288 habitantes (según el censo de 2002). Dentro de la comuna podemos encontrar otros pueblos, como Campanario (con 2.181 habitantes) y Cholguán (482 habitantes). El nombre Yungay, se debe a la Batalla de Yungay, donde el ejército de Chile le ganó a la Confederación Perú-Boliviana. Se fundó el 20 de enero de 1842.

Pensando durante el viaje

Para llegar desde Concepción deberás tomar la Av. General Bonilla y continuar derecho por la ruta 146 hasta Cabrero. Luego de pasar sobre la carretera Panamericana, continuar derecho durante unos 30 km. hasta Cholguán donde, en una rotonda, tomar la tercera salida y, en 6 kilómetros, se llega a Yungay. Hay que pasar por dos peajes, debido a que la carretera casi en su totalidad es concesionada.

Bueno, yo fui en bus, así que no tuve que ir mirando ninguna señal de tránsito para poder llegar ni pagar ningún peso para los peajes.

En la Plaza de Yungay

La plaza, el día en que me vine a Conce

Entre los lugares para visitar podemos encontrar la Plaza de Armas, mucho más frondosa que la de Concepción (recordemos que en Concepción se sacaron algunos árboles para la construcción de los estacionamientos subterráneos). A media cuadra de la plaza encontrarás una heladería, con unos exquisitos helados de plátano para pasar el calor. Si vas en verano el calor es extremo. Durante los 9 días que estuve allá, nunca bajamos de los 30 grados como máxima, llegando a increíbles 37 grados imagínate cómo estaba yo allá... parecía sauna ese pueblo: ¡Bajé 5 kilos! Lo que pasa es que no se me nota porque comí mucho allá XD

Un rico helado

Es común que se instalen ferias artesanales en la Plaza, y se realicen conciertos musicales a todo volumen frente a la municipalidad para conmemorar diversos hitos de la ciudad.

Hacia el sur, a algunos kilómetros, podemos encontrar el Río Cholguán, un hermoso río que baja desde la cordillera. Allí se puede disfrutar de un pequeño lugar para picnic construido precariamente por un dueño de unos de los terrenos que colindan con el río, el cual cobra por pasar por su terreno y así llegar al río. Si no quieres pagarle, deberás buscar algún paso de servidumbre (que no hallamos, pero debería haber uno), para acceder al río. Algunas fotos:





Yungay cuenta con los servicios básicos: banco, hospital, estadio, y hay líneas de buses directo a las grandes ciudades (Concepción, Chillán, Los Ángeles). Si bien es cierto, a mi juicio, no es una ciudad netamente turística, sí tiene lugares hermosos para visitar.

¡Ah! Como detalle, y no sé si siempre será así, en febrero se instaló el gran Circo del Sol. Recuerdo que un día, viniendo de casa de una amiga, pasé en frente de la carpa a eso de la media noche, y estaban en función. No habían más de 15 personas viendo el espectáculo :S

Algunos personajes del circo


Si tienes tiempo y dinero, puedes ir por el día a esa ciudad. El pasaje cuesta $2.300 (en 2012) y el viaje toma alrededor de una hora y media. A mi me gustó esa ciudad, y cada vez que puedo, vuelvo para allá, aparte que hice buenas amistades

Pero, quedó la otra ciudad en el tintero. En la próxima entrega de Viajando con Panchito seguiremos nuestro viaje, rumbo a Laja. Gracias por leerme y nos vemos pronto aquí, en Donde Panchito.

No me quería devolver, pero Concepción me esperaba XD
Compártelo:

175. Top five de Donde Panchito

Vuelve la sección "Top Five de Donde Panchito". Sabremos cuáles han sido los artículos más leídos del último mes. También te recomendaré algunos artículos escritos en años anteriores
Donde Panchito

Hoy por fin vamos a retomar una sección que inicié hace mucho tiempo atrás y que tiene por finalidad ver cuáles son los artículos más leídos de Donde Panchito en el último tiempo. La idea es que esta sección, Top Five de Donde Panchito, no llegue a ser un fracaso más de la larga lista de secciones que tengo y que, de hace años que no agrego nuevos artículos.

Hace unas semanas pasamos la barrera de las cien mil visitas a mi blog. Este hecho aun me tiene contento, y trabajo arduamente para construir nuevos artículos que sean del interés de mis lectores. Esa no es una labor simple. De hecho, desde hace más de una semana que no he podido escribir ni siquiera algún bosquejo. Tengo que preocuparme de mis actividades seglares, espirituales y de otras índoles.

Pues bien, ¿cuáles han sido los cinco artículos más leídos de Donde Panchito en el último mes?
Basándonos en estas estadísticas, los artículos más leídos son justamente los escritos recientemente. Por eso, aparte de recomendarte a leer esos 5 artículos si es que no los has hecho, porque si ya lo hiciste ¿para qué leerlos? O quizás puedes leerlos de nuevo y, si no has comentado, lo puedes hacer, o tal vez... ¿sabes qué? Haz lo que quieras también :P , te recomiendo leer estos artículos que a mi me gustan:
Como última cosa, quizás te habrás dado cuenta de un pequeño cambio en la plantilla de mi blog. Éste se mantendrá hasta el 31 de diciembre de 2012. Saludos!
Compártelo:

174. Sexto aniversario de Donde Panchito

Tener un blog en funcionamiento durante 6 años, no te la hace cualquiera. Somos muy pocos los que podemos decir: "Tengo un blog que escribo inniterrumpidamente desde el 2006". Pues, hoy, 16 de mayo, se cumplen 6 años desde que, en ese entonces un joven Panchito de 16 años, comenzó con esta aventurilla que hoy conoces como Donde Panchito
En este escritorio me inspiro y escribo en mi blog

Un día como hoy, hace 6 años atrás, por fin había cumplido mi sueño: estaba en pleno funcionamiento mi página web, en ese entonces Panchito On Line. ¡Cómo ha pasado el tiempo! En 6 años he logrado crear un blog atrayente, con un pequeño público fiel que lee todos mis artículos. ¡E incluso con dos fans N°1!

Si conoces la historia de Donde Panchito, sabrás que me ha costado un triunfo llegar a donde estoy hoy. Ponte cómodo: te contaré brevemente la historia de cómo Donde Panchito es lo que es hoy.

El gusto por los sitios web


Panchito, creador de este blog

Hace mucho tiempo atrás, cuando yo tenía sólo 10 añitos, miraba cómo mi hermano Andrés construía una página web, llamada SuperSitio, y la había subido a la red. Me entusiasmé tanto que, casi inmediatamente, comencé con la titánica misión de construir mi propio sitio web. Pero comprenderás que, a mis 10 años, sólo pensaba en jugar y jugar en el computador, por lo que nunca avancé de manera notable. Pero sí hubo algunos pequeños proyectos que nunca dieron a la luz en internet, pero fueron los primeros pasos para llegar a Donde Panchito:

1. Juegos.com (2001): Como en mi computador tenía muchos juegos de Nintendo y Super Nintendo, mi idea era compartir esos juegos en internet para que otros pudieran descargarlos. Pero a los pocos días abandoné el proyecto. Era engorroso hacer eso, además que ni siquiera sabía cómo hacerlo. Por último, el título de mi sitio se llamaría "Juegos.com", ¿y de dónde un niño de 11 años podría sacar plata para comprar un dominio .com? No digo yo... cosa de niños no más.

2. Francisco Albornoz (2001 - 2002): Si hay algo que sea extremadamente egocéntrico, es este intento de sitio web. ¿A quién diablos le interesaría mi vida en la internet? Claro, quizás muchos ahora se ríen de las experiencias que me suceden como cajero, o cuando tomo micro, pero... ¿la vida de un niño de 11 años? Jajajjaa, permítanme reírme.

3. El cuerpo humano (2002 - 2004): podríamos decir que este fue el primer proyecto serio que comencé a idear. Recuerdo que era azul el fondo y, como su título lo indica, trataría de nuestro hermoso cuerpo humano. Esta idea no fracasó: sólo cambió de nombre, a...

4. Megatareas (2004 - 2005): En este proyecto gasté mucho tiempo y energías. Fue el proyecto más maratónico y gigantesco que he creado, incluso más majestuoso que el actual Donde Panchito. Contenía un sinfín de información de diversas materias, para poder descargarlas y así ayudar a hacer las tareas del colegio. Una especie de Icarito modesto. Sin embargo, cuando llevaba un 15% del sitio construído, mi hermano Andrés quemó el disco duro y perdí toda la información.

Me desmoralicé y de ahí no intenté construir ninguna burrada más... al menos por un tiempo.

Panchito On Line: el precursor de Donde Panchito

A finales del año 2005, tan sólo unos cuantos meses después de la bufonada que hizo mi hermano, estaba en el colegio mirando el fotolog de una compañera. En eso me pregunté: "¿Por qué no te construyes uno?". Eso hice, pero fue una estupidez: sólo subí una foto y ya ni siquiera sé cómo recuperarla :P

Pero eso me impulsó nuevamente a intentarlo. Tras largos meses, y gracias a nuevamente mi hermano Andrés, quien me mencionó un servidor para construir sitios web on line, pude por fin, el 16 de mayo de 2006, específicamente a las 3 de la tarde (hace 6 años ya) abrir al mundo mi humilde página web. Su nombre: Panchito On Line.

Panchito On Line en agosto de 2007

Para construirlo, tuve que hacerlo en casa de mi tía, puesto que ese entonces no tenía internet banda ancha en mi casa. Sin embargo, a los pocos meses mi padre contrató internet y hasta el día de hoy puedo escribir gracias a ello, aunque yo aporto con la mitad de la cuenta cada mes. Pero, con el correr del tiempo, se me comenzó a hacer difícil seguir con Panchito On Line en aquel servidor, llamado Googlepages. La razón principal era porque todo estaba en inglés, y yo para inglés soy un cero a la izquierda.

Panchito On Line en "Página web Gratis"

Así, el 19 de agosto de 2007, me trasladé a Página web gratis. Ese cambio duró poco, ya que para ese entonces le estaba echando una miradita a Blogger. Y luego de pensarlo, y de descubrir que tener un blog era mucho más fácil que un sitio web, decidí crearme una cuenta y continuar con Panchito On Line en Blogger, pero con un pequeño cambio. Su nombre sería Donde Panchito, nombre que mantiene hasta hoy.

Donde Panchito en la actualidad

Han pasado 6 años desde que por allá por el año 2006 se dio el vamos a lo que actualmente es mi blog. Y me siento muy feliz por todos los logros que he tenido. Son 5 premios que he ganado en estos 6 años. La cantidad de visitas llega a más de 100 mil, y más de 700 comentarios en 206 artículos publicados, y somos 92 en la página oficial de mi blog en Facebook, y 3 en Google+ (puedes unirte a cualquiera de ellos). Con eso, me doy por satisfecho.

Donde Panchito, el 2 de septiembre de 2008

Como forma de agradecimiento, he decidido regalar dos marcadores para libros a quienes respondan una sencilla pregunta en el evento de Facebook "6to aniversario de Donde Panchito". Únete y participa. No es la gran cosa, pero algo es algo, ¿no?

Muchas gracias a cada uno de ustedes que visitan mi blog, que dejan su comentario o que, cuando me ven, me dicen que se ríen con mis experiencias. Eso me entusiasma a trabajar más para elaborar mejores artículos para deleite de mis lectores. ¿Te gustó mi blog? Compártelo con tus amigos, haz crecer este pequeño lugar. ¡Haz que más gente pueda leer lo que escribo! ¡¡Gracias y nos veremos donde siempre pues, Donde Panchito!!

PS: Si deseas conocer la historia completa de cómo surgió Donde Panchito, véase la página Acerca de, aquí mismo en Donde Panchito.
Compártelo:

173. Experiencias de un simple cajero 4

Llevo casi 2 años trabajando como cajero. En ese trabajo he aprendido a cultivar la paciencia. También he vivido gratos momentos junto a mis compañeros y con clientes que son excelentes personas. Pero nadie puede negar que cada día la gente está más alterada que nunca. En este artículo, sólo les contaré dos experiencias curiosas que me han sucedido en el supermercado. Pero, además, meditaré un poco en lo difícil, sí, realmente difícil que es ser cajero hoy en día.




Una gaveta con dinero

Esto sucedió un día en que me tocó trabajar desde la apertura del supermercado, a las 9 de la mañana. Para poder abrir la caja, en ese entonces nos entregaban $50.000, divididos de la siguiente forma: $20.000 en billetes de mil, $10000 en monedas de $500, $10000 en monedas de $100, $4000 en monedas de $50, $1000 en monedas de $10, y $5000 en monedas surtidas o, en su defecto, un billete de $5000.

A las 9.03 de la mañana, apenas 3 minutos desde que abrió el supermercado, pasa la primera clienta con un paquete de galletas cuyo valor es de $89. Lo marco y, luego de indicarle que debe pagar $89, me pasa un billete de $20.000. Yo, atónito, le pregunté: "¿No tiene $100?". Su delicada respuesta fue: "No poh, necesito el sencillo, así que apúrate que estoy apurada". Incrédulo, le dije: "¿Acaso me vio cara de banco que quiere sencillo?". La señora me quedó mirando y, antes de que respondiera, le dije: "Yo no le voy a vender este producto, a menos que me pague con un billete de menor valor".

La señora siguió insistiendo hasta que, hartándome, le pasé el producto y me entregó los $20.000. "Un momento - le dije -, iré a conseguir un poco de sencillo y le doy el vuelto". Fui y, cuando volví, la señora no podía creerlo: volví con los $20.000, pero en monedas de $100, $50 y $10. Lentamente los acumulé en montoncitos de $1000. Cuando reuní los $19.911 de su vuelto, se lo metí todo en una bolsa, lo cerré cuidadosamente, y se lo entregué junto a su boleta: "Aquí tiene su sencillo, que tenga un lindo día, hasta luego". La señora, sin poder decirme nada, se fue.

Desde ese día ya no hago eso: cuando ocurre esos casos sencillamente no se vende.


Aquí fue puesta a prueba mi paciencia y mi honradez. Déjenme contarles. Me tocó la caja vecina a la caja express. A mi compañera de aquella caja le dijeron que cerrara su caja para poder ir a colación. Mientras, yo atendía un pedido de dos carros. En eso veo que se hacía filas en la caja express, que ya estaba cerrada. Mi compañera intentaba, en vano, hacer que un caballero se fuera de allí, argumentando que iba a colación. Se lo dijo dos veces, y el caballero no se movió. Luego de algunos segundos, le dije a mi compañera: "Pero, si ya le dijiste que la caja está cerrada, ¿para qué insistes? Sólo ándate a colar y listo".

El caballero se enojó, y dijo: "¡Tú no te metas, a tí te pagan por trabajar!". "Sí - le respondí -, pero no somos máquinas, y tenemos derecho a colación... como usted quizás ya comió, lo invito a que pase a mi caja y yo lo atiendo, pero después de terminar con este pedido". Molesto, el caballero se puso en mi fila, y seguía alegando. Yo, tranquilo, seguí con mi trabajo sin tomar en cuenta sus comentarios.

Cuando llegó a mi lado, me retó: "No seas intruso, tú no tení por qué meterte en donde no te llaman". Me tiró las cosas para que lo atendiera. Yo, tranquilamente y sin responder, le pasé los productos. Su vuelto se lo entregué en billetes de $1000 y monedas de $100 y $10, cosa que no le agradó. Sin embargo, no tenía otra forma de entregar su vuelto. Me quedó mirando furioso unos segundos y, al irse, se le cayó un billete de $1000.

Mil pesos

"Caballero - le dije -, disculpe que sea tan intruso, pero se le cayeron $1000 de su vuelto". La cara que puso al verme con el billete en mis manos sinceramente... no tiene precio. Se acercó y agarró el billete. Sin agradecerme, se fue con rumbo desconocido.


Estimado lector. Seguramente tú has ido a un supermercado y has tratado con algún cajero o cajera, y obviamente esperas que el trato sea de lo mejor. Pero también debes reconocer que nosotros esperamos lo mismo del cliente. Si un cliente llega malhumorado, gritando e insultando a diestra y siniestra, aunque estemos capacitados y seamos lo más pacientes posibles, no podemos aguantar todo porque somos humanos. Las cajas pueden fallar, el sistema se puede caer, y yo puedo equivocarme al pasar los productos. Todos erramos, y los sistemas de cajas fueron echas por humanos, por lo que también tienen errores.

A todo eso, súmale que tenemos una gran responsabilidad: manejamos millones de pesos todos los días y eso cualquiera no puede hacerlo. Tenemos que lidiar con filas interminables de personas que desean pasar lo más rápido posible, pero, si no lo sabes, no somos pulpos, y no podemos ir más rápido. ¡Qué mas quisiera yo ser super flash y así atender a todos rápidamente y que la fila se acabe! Pero los clientes pesados no entienden eso.

¡Qué ciertas las palabras del señor Felipe Pumarino! Él escribió lo siguiente en una columna del diario "Las Últimas Noticias" del 12 de mayo de 2012: "Lo que a menudo olvidamos es que con nuestro dinero no compramos el derecho a tiranizar a quien eventualmente nos presta un servicio. Las personas a quienes humillamos [como a los cajeros en un supermercado] cumplen responsabilidades complejas, suelen trabajar a comisión y tienen a su cargo grandes cantidades de plata que deben reponer si cometen cualquier error". (a continuación te dejo la columna para que la leas, haciendo clic sobre la foto). Y eso es verdad: una vez perdí $45.000 y me lo descontaron del sueldo.

La columna que quiero que leas

Pero pareciera ser que a la gente no le importa eso y nos tratan peor que a animales. Sino, miren este video encontrado en YouTube, donde una clienta insulta a una cajera porque una tarjeta no pasa por la caja. La cajera explota y le responde porque la presión ya no la puede aguantar más.

Vídeo: cajera sale de quicio por clienta histérica


Por favor, respétanos. Si eres una de esas personas que pierde la paciencia en una caja, compréndenos. No somos perfectos, ni supermáquinas. Tenemos la responsabilidad de manejar dinero, y eso nunca es fácil. Sé paciente y espera a que te atendamos. Si llegas con buena disposición, ten por seguro que yo, y todos mis colegas, te atenderán de la misma manera, y tú te irás con una sonrisa a tu casa y yo, con mi gaveta, me iré con una sonrisa a la sala de arqueo. :)
Compártelo:

172. Destruyendo nuestro hermoso país

Si bien es cierto en la página de Donde Panchito en Facebook publiqué que el siguiente artículo sería la cuarta parte de "Experiencias de un simple cajero", me encontré con esta noticia que, lamentablemente, enlute los paisajes hermosos y bellos de esta pequeña franja de tierra llamada Chile.

Gentileza Radio Biobío | Iván Franchi Arzola

Mira muy bien esta foto. Este paisaje ya no existirá más, porque ayer martes, se aprobó por unanimidad en el Congreso la construcción de una central hidroeléctrica en el Río Cuervo, cerca de la ciudad de Puerto Aysén, en plena Patagonia, e inundará una basta extensión, incluyendo el paisaje de la foto.

Me da tanta lata ver cómo siguen destruyendo lo poco de paisaje que va quedando en Chile. ¿Tan necesario es seguir llenando el país de centrales hidroeléctricas con la excusa de que falta energía? Por favor... ya mataron el río Biobío con sus centrales y ahora este ícono del sur de Chile parece desierto en el verano (basta con cruzar el río un día de enero para darse cuenta de ello). Ahora quieren inundar más terrenos en el sur de nuestro país. ¿Acaso no pueden invertir en construir torres eólicas, que aprovechan el viento para poder suministrar energía? Claro, como lo que importa es el dinero, es muuuuuy caro construir molinos de viento o paneles solares, así que mejor inundemos todo Chile y tengamos energía barata. Ay sí, qué chiste, ¿no?

No pretendo con este artículo formar un movimiento en contra de las centrales hidroeléctricas, ni mucho menos paralizar ciudades, tomarse las carreteras o cosas por el estilo. Pero sí quiero hacerles ver que por lo general los seres humanos somos unos ineptos que no aprovechamos la capacidad de pensar que Dios nos dio para crear soluciones más inteligentes. Somos tan flojos que hacemos lo que se ve más rápido y barato, sin pensar en los costos. ¿Qué pasará con el turismo en esa zona? ¿Acaso el inundar grandes extensiones de terreno no afectará en algo el ecosistema de ese lugar? Definitivamente los humanos somos verdaderos animales algunas veces...

Y tú... ¿qué opinas? Deja tu comentario :D

_____
Fuentes:


Compártelo:

171. Recuerdos de mi niñez

Nota antes de comenzar el artículo: el pasado martes mi blog alcanzó las 100.000 visitas. Aprovecho de agradecer a cada una de las personas que ha pasado por Donde Panchito en estos casi 6 años. ¡Qué mejor forma de comenzar el mes aniversario de Donde Panchito, ¿no?! Bien, ahora comienza mi artículo.

Volver a ser niños... 

Dicen que todo tiempo pasado fue mejor. Y querámoslo o no, tarde o temprano dejaremos de ser jóvenes y llegaremos a ser adultos de tomo y lomo. Sin embargo, muchos anhelan aquellos tiempos en que, siendo unos niños, solían estar despreocupados y disfrutando la vida jugando y jugando. Curiosamente, cuando uno va creciendo y llega a la edad de la pubertad, lo que más quiere es llegar a ser adultos, para que nadie nos mande.  Pero cuando lo llegamos a ser por fin... ¡Cuánto deseamos volver a ser niños!Aquí va la descripción personalizada de la entrada que queremos mostrar y que sólo se verá en la portada del blog. Puedes repetir un fragmento de la entrada o agregar una descripción completamente nueva; ésta sólo será visible cuando la entrada esté resumida, una vez que el lector ingrese a la entrada esta descripción no se visualizará.

Cuando comencé a escribir en el internet, hace casi 6 años, sólo tenía 16 años. Y claro está, en 6 años toda persona crece y madura, quizás no a plenitud, pero crece y madura al fin y al cabo. Y los recuerdos de la niñez se van borrando con el correr del tiempo y las preocupaciones diarias de la vida te deja poco tiempo para disfrutar de la vida tal como cuando éramos unos pequeñuelos.

Pero, el motivo de este artículo es para indicarles, desde mi humilde punto de vista, que, a pesar de que pasen los años, uno sigue teniendo alma de niño. Y que uno nunca debe olvidar aquellos años felices en que todo era jugar, jugar, jugar y, por si fuera poco, jugar. Y a mi me pasó algo ayer, algo que quisiera compartirlo con ustedes, para que se hagan una idea de cuán fácil es emocionarse cuando uno recuerda sus primeros años.

Hace 1 año que vivo solo con mis padres. Mis dos hermanos son felizmente casados y ya no viven en casa. Por lo tanto, los dos dormitorios de ellos ahora son míos. Lamentablemente, ellos aun no se llevan todas sus cosas, por lo que no puedo ordenar completamente para que todo esté como corresponde. Pero la semana pasada decidí que todo lo de ellos lo metería en cajas y los guardaría en una esquina para que se lo llevaran y, así, por fin pudieran llevarse sus cosas.

Comencé a ordenar y de a poco comenzaron a aparecer que, inevitablemente, me recordaron muchos acontecimientos de mi niñez. No pude evitar emocionarme, porque, quiéralo o no, nunca más volveré a ser un niño. Déjenme mostrarles qué fue lo que encontré.

1. Un autito a control remoto: bueno, en realidad no es un autito... no sé, como un jeep 4x4 todo terreno. Lo vi y quedé mirándolo un buen rato. Le saqué el polvo que tenía sobre él, acumulado por unos buenos años. ¿Saben cuándo llegó a mis manos? El año 1995, para mi licenciatura de kínder. ¡Qué recuerdos! Hace ya 17 años que lo tengo, y lo había dado por perdido. 

Mi super jeep 4x4 todo terreno a control remoto

Aun recuerdo como si fuera ayer cuando pasaba tardes enteras jugando con él. Y su control remoto con dos palanquitas: uno de izquierda a derecha y otro de arriba a abajo. Tiempos en los cuales el computador era un lujo de unos pocos e internet ni siquiera aparecía por el horizonte de mi casa. Como mencioné al principio, todo tiempo pasado fue mejor, y por la chita que es verdad. Sin preocupaciones, sólo vivía mi día a día jugando con aquel jeep y también con lo que encontré dentro de una caja de chocolates al lado derecho de mi cama.

2. Mi colección de autitos: De verdad que casi me muero al verlos. Pero si de hace como 10 años que no jugaba con ellos. Quizás encuentres ridículo lo que hice, pero agarré la cajita y me fui al living y, al abrirlo, fue como retroceder en el tiempo. Puse todos mis autitos y comencé a jugar con ellos, tal como lo hacía tiempo atrás. Puse polquitas bajo la alfombra para simular los lomos de toro por donde debían pasar los autos. ¡E incluso causé un accidente en un cruce! Sí, puedes tildarme de loco, infantil o como quieras, pero fui feliz, y eso me importa más que cualquier comentario insultante :)

Mi colección de autitos (lo que va quedando)

Mis dos autitos favoritos

Mientras jugaba, se me vino a la mente recrear la ciudad que construí cuando era chico en el garaje de la casa. Con cajas de tiza, remarcaba las calles en el cemento, hacía los paso de cebra y los semáforos. Dibujaba en las paredes los edificios públicos de mi ciudad. En los años de gloria de mi ciudad, había una carretera que unía la ciudad de tiza que estaba en mi garaje con la zona rural, que era un pedazo de tierra ubicado en el patio, donde mi mamá plantaba tomates y lechugas. Tenía hasta alumbrado de verdad que prendía por las noches. ¡¡Ohhhh!! ¡Cuánto daría por volver a ese lugar y jugar tan sólo una vez!

¿Y cómo olvidar cuando jugaba con mis primos en casa de ellos a los autitos, incluyendo a mi fallecido primo? - ayer se cumplieron 6 meses desde que ya no está con nosotros :( -.

El último autito que coleccioné lo obtuve hace muy poco tiempo. Fue en noviembre del año pasado. Estaba paseando con mi nana en la laguna redonda y, tirado en el pasto, hallamos un autito con forma un tanto llamativa. Es la de la foto adjunta de la derecha. Con ese, son 31 autitos de mi colección, aunque en su tiempo llegué a tener más de 60.

El autito encontrado en la laguna

3. "Mi gran ciudad": seguí encontrando cosas grandiosas durante mi limpieza profunda de mi dormitorio. Una cajita que me trasladó en cosa de milésimas de segundos a largas y entretenidas tardes de lluvia jugando a "Mi gran país" con mis hermanos y primos. Yo siempre era el banco y leía las tarjetas de "Destino". Si bien es cierto, yo ya no tengo "Mi gran país", el actual (que me regalaron para navidad de 2003, cuando celebraba esa festividad), me recuerda aquellos tiempos. Con esa cajita, deseé que mis hermanos volvieran a casa y estuvieran jugando conmigo a "Mi gran ciudad", sólo para recordar la cara que ponían cuando los dejaba en bancarrota una vez que aprendí a jugar :P

Cuando los juegos de mesa la llevaban antes de la llegada del computador

Cosas como estas me recuerdan que, indudablemente, uno nunca deja de ser niño. Es cosa de ver que, algunas veces, hacemos cosas de niños. ¿Quién no salta sobre las posas de agua en un día lluvioso aun cuando tenga 30 años? ¿O las cosas infantiles y sin sentido que hacemos para atraer a alguien del sexo opuesto? La vida está llena de "infantilismos" que nosotros mismos creamos. Y, aunque muchos nos traten de 'cabros chicos', lo cierto es que, en mi caso, me encanta volver de vez en cuando a ser un niño.

Pero, ya veo... sólo son recuerdos de mi niñez... sólo recuerdos y vivencias que nunca más podré vivir con tal intensidad.

En la segunda parte de esta serie, les mostraré más cosas que encontré en mi dormitorio. Cosas que ni siquiera recordaba yo que existían. ¡Gracias por leer este pequeño artículo y viajar conmigo por el tiempo! Y recuerda: no dejes de visitarme. ¿Donde? Donde Panchito puh hombre :)
Compártelo:

Entrada destacada

441. No fue sólo un accidente...

  A lo largo de estos ya más de 17 años escribiendo en este lugar, he hablado en más de alguna ocasión sobre el sistema de transporte públic...

Suscripción

Lo más leído del mes

Archivo del Blog