205. Top five de Donde Panchito

Con esa mirada vas a quedar luego de leer los artículos destacados

Desde hacía mucho tiempo que no publicaba un Top Five en mi blog, donde les mostraba los cinco artículos más leídos en el último mes. La idea es buena, pero por a b c motivos nunca la llevé a cabo como corresponde. De hecho, desde que creé esta sección, hace ya 3 años, sólo he escrito dos artículos: el 173 y el 207. Bueno: hoy, el 237 se tratará de los cinco artículos más leídos del mes de noviembre. Éstos son los siguientes:
  1. 236. Cuatro años que no fueron en vano (119 visitas)
  2. 235. La Señorita Xoomstation, parte 1 (89 visitas)
  3. 073. El efecto invernadero: Prueba del Calentamiento Global (49 visitas)
  4. 232. Experiencias de un simple cajero, parte 7 (35 visitas)
  5. 172. En búsqueda de una nueva Funstation, parte 2 (35 visitas)
Si éstos son los más leídos, es porque deben ser buenos. ¿Por qué no los lees y los comentas? Aprovecho de agradecer el apoyo que he recibido en este tiempo, ya que hemos pasado la barrera de las 162 mil visitas. ¡Gracias de verdad!

Sin embargo, hay otros artículos que son igual o más buenos que éstos cinco, pero que no mucha gente lo ha leído. ¿Cuáles son? Te dejo algunos:
  1. 230. Blanco, blanco, blanco (50 visitas): ¿Quieres saber en qué termina la historia de alguien que recibió como regalo unas cajas de OMO gracias al inspector incógnito? Léete esta historia.
  2. 199. Amor a distancia (800 visitas): ¿Es posible amar y mantener una relación romántica con alguien a muchos kilómetros de distancia? Pues mi opinión la encontrarás en este artículo.
  3. 150. El mítico penal de España 82 (20 visitas): El penal más recordado del futbol Chileno. Un pequeñísimo artículo donde hago referencia al penal perdido en el mundial de 1982.
Recuerda que este blog lo construimos todos, por lo que tus aportes mediante tus comentarios siempre serán bienvenidos. Saludos y estate atento ya que se vienen nuevos artículos. ¡Hasta entonces!
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204. Cuatro años que no fueron en vano

Y Panchito se nos va... Panchito ya se va... Ya se va, ya se va, Panchito ya se va. Sí, después de un buen tiempo trabajando, he pasado a formar parte del grupo de los cesantes. ¿Qué pude aprender en esta experiencia? ¿Y cómo me irá de aquí en adelante?
Aquí estuve por cuatro largos años
Corría el año 2010. El terremoto había ocasionado muchos daños (de eso les hablé en mi especial que escribí en ese entonces), y para ese año estaba buscando empleo. Había conseguido uno como cajero cerca de mi casa, pero con el terremoto el supermercado quedó inutilizable por meses. Necesitaba trabajo urgente, para poder sostenerme monetariamente.

En julio de ese año, un amigo mío, David, me dijo que en el supermercado Mayorista 10, que queda al lado del Club Hípico en mi ciudad, estaban recibiendo gente. Con Emilio, otro amigo, fuimos a dejar nuestros currículums, por si nos llamaban.

Y, efectivamente, me llamaron.

Fui aquella fría mañana del martes 27 de julio de 2010 a eso de las 10 de la mañana a una pequeña entrevista de trabajo, en una oficina amplia, con ventanales que daban a la calle. Me explicaron que tenían un puesto como reponedor, a lo cual le respondí que, lamentablemente, no podía aceptar, puesto que tenía (y lo tengo aun) un problema crónico en la espalda, y no puedo hacer mucha fuerza. Me estaba yendo cuando, la chica que me entrevistaba, me dijo: "Pero, espere, Acá hay un puesto de cajero, si le interesa". Me di vuelta y tomé asiento de nuevo.

Luego de explicarme todo, incluyendo mi sueldo (en ese entonces, de $861 la hora), acepté el trabajo como cajero part-time, de 20 horas (iría cuatro veces a la semana, por cinco horas cada día). Feliz, volví a casa. Por fin tenía un trabajo en mis manos, luego de meses de cesantía.

Los primeros meses
En plenas funciones
Al día siguiente, miércoles 28 de julio de 2010, a las 8 de la mañana, entré por primera vez por recepción al supermercado Mayorista 10. En la sala de arqueo me asignaron con Soledad, una cajera que ya llevaba varios años en ese lugar, cuando el supermercado era Unimarc. Llegó a ser mi madre en ese lugar, puesto que todo lo que aprendí se lo debo a ella. ¿Cómo no recordar la primera clienta que pasó por mi caja, la 13, que me gritó: "Sordo", porque no la había escuchado bien? Ese fue mi recibimiento como cajero.

Avanzaba el tiempo, seguí aprendiendo más y más y comenzaba a agarrarle el gustito al trabajo. De a poco comenzaba a conocer a mis compañeros, aunque no mucho porque trabajaba pocas horas. Mi contrato vencía el 31 de octubre, pero me lo renovaron hasta el 31 de diciembre. Llegué ese día 02 de enero de 2011, pensando en que me echarían, ya que se había vencido mi contrato y... ¡Wow! Me entregaron mi préstamo para abrir mi caja y comencé a trabajar: había pasado a cajero con contrato indefinido.

¿Querí boleta o factura? Mensajes personalizados XD

¿Habría alguna posibilidad de subir a full?
Conforme pasaron los meses, ya conocía a varios compañeros de trabajo, como Jessica, Vanessa, Valeska, Soledad, Yesenia O., entre otros; y empaques como Rachel: mi empaque estrella, con quien disfrutaba de su compañía mientras trabajábamos. Experiencias como cajero me pasaron muchas, como el caballero que me amenazó con las muletas porque pensaba que Rachel y yo nos habíamos comido su queso y su jamón, jajajajaja. Más de ellas puedes leerlas en la sección "Experiencias de un simple Cajero".

Comprar un paquete de galletas y pagar con un Andrés Bello... no tiene precio
A mediados del 2012, con la finalidad de ganar algo más de dinero y comenzar a comprar mis cosas por si me iba de casa algún día, decidí hablar con la jefa de cajas, la Sra. Rebeca, para poder ver si me subían a cajero a tiempo completo. Al preguntarle aquello, ella me dijo: "¿Y no quieres ser supervisor de cajas?". Yo, plop, luego de pensarlo unos días, acepté la oferta, y subí a supervisor de cajas, puesto que ocupé por dos meses, ya que, chato de todo, decidí volver a ser cajero.

Acumulando experiencia
Y de Carnicero ajjaaj (sólo fue para la foto)
Hasta de empaque: todo un polifuncional
Ya llevaba más de dos años trabajando en el supermercado. Para el año 2013 ya conocía muy bien el sistema de cajas, y ya tenía gente con quien conversaba y lo pasaba bien. Mi nana, Pamela, siempre me conversaba de sus cosas, y me molestaba porque me encontraba gordo. Mi yunta, Jennifer, no paraba de golpearme en los brazos, ni paraba de patearme, leseando entre nosotros. Hasta ya tenía una hija: Yesenia V., a quien le enseñé todo lo relacionado con las cajas.

En julio de aquel año 2013, por si no lo leíste XD, volví a ser supervisor de cajas. Comencé a aprender el lado administrativo de la sección: impresión de documentos, envío de dineros al banco, entre otras cosas. Me gustaba lo que hacía, y disfrutaba mi trabajo, aun cuando algunas veces me molestaba por cosas que veía, o quedaba chato cuando el supermercado estaba lleno.

Sentía que esto no duraría para siempre, puesto que mi intención nunca fue quedarme en ese supermercado trabajando toda la vida. Tenía que surgir, tenía que pensar en un trabajo algo mejor. Pensaba renunciar luego de mis vacaciones de verano. Pero,  ¿qué creen? La empresa se me adelantó.

Hasta siempre, Mayorista 10
Hablando con una de las cajeras: Ruth
Ayer, viernes 14 de noviembre de 2014, llegué a mi trabajo a eso de las 8 am, como cualquier otro día laboral. Comencé mis labores en tesorería. Teníamos fallas en el sistema, por lo que no pude hacer mucho. A eso de las 11:30, llegó Estrella, una cajera, a la oficina a buscar sencillo para todas las cajeras del lineal. A la 1, llegaron más cajeras, las del turno de la tarde, y dejé a una contando monedas. En eso estaba ella cuando, a eso de un cuarto para las dos, el administrador me llama a su oficina.

Luego de pasar y cerrar la puerta, él estaba tomándose la cabeza y me dijo: "Lo que te voy a decir no es nada agradable, pero me llegó tu carta de despido de la empresa. Créeme que no quiero hacerlo, pero son órdenes de Santiago". A decir verdad, no reaccioné. Me pasó el documento y sólo me reí tímidamente. Lo firmé y, luego de ordenar la oficina y de despedirme de mis compañeros de trabajo, me fui, a eso de las 2 de la tarde.

Con Paulina (izquierda) y Rebeca N. (derecha). Al fondo, Bryan.
Son sentimientos encontrados: por un lado no quería irme, porque igual me había encariñado con mis compañeros de trabajo. La Sra. Ana, por ejemplo, que siempre me pedía ir a colación tempranito, para trabajar en la hora peak. Siempre le gustó vender harto, y se notaba a fin de mes cuando sacaba los cálculos de las ventas. La Sra. Rebeca Navarrete (Rebeca y su combo XD), una señora de un gran corazón, muy agradable y simpática. Junto con ella iba a colación cuando podía. ¿Para qué hablar de Bryan, el carnicero? Un verdadero payaso, leseábamos mucho y comíamos manjar a destajo en los desayunos, jajajaja. Y el leseo junto con Daniel, el Z, y nuestras tallas fomes. O las historias fantásticas que comentaba con Julio, el de control pérdida. 

Son muchas las personas que tengo que mencionar: la Eli y la Carito siempre me han caído superduper. A la Eli le debo que me haya reemplazado después de mi primera incursión como supervisor. ¡Gracias! Y la Carito siempre hablando de su perrito y los paseos que le daba. Veo sus fotos en Instagram o en Facebook y es muy adorable *.* Sólo espero, Carito, que tu gran sueño (tú ya sabes cuál) se cumpla lueguito :D La Jani Jani, muy simpática ella, nunca aceptó subir a supervisora. Muy sencilla: una de las mejores personas que he conocido. Y mi hermanita chica, Ruth, con quien no pudimos compartir mucho, pero siempre leseábamos cuando llegaba a buscar su repo, y hablábamos de "sus" coreanos ^^ ¿Y cómo olvidar cuando agarraba pal leseo al Oscar y al Héctor, empaques, con lo del Colo y la U? Jajaja, qué manera de reírnos.

Pero no puedo dejar afuera, claro está, a mi yunta durante este último tiempo: Paulina. Sí, es verdad que algunas veces nos tratábamos mal, y que al principio nos tratábamos como las reverendas. Pero, como te dije ayer, conocí a una personal muy especial, en la cual se puede confiar. Por eso, aprovecho de darte las gracias por aprender a conocerme y a aceptarme como soy. Eso siempre se valora :D

Con Bryan y Jani Jani
Y puedo seguir nombrando.... a Paola Fuentalba (y la Cubanacán, la que siempre aguantó mis tallas), Estrella (y las dos veces que te salvé enjabonada XD), Carmen y Ariela (dos personas que admiro y respeto mucho), Paola Cortes (la contadora personal de monedas), Victoria (y su querido Ricardito), Yasna (no te vayas a caer de nuevo por fa jajaja), Cecilia (siempre defendiéndonos como podía), Gabriel y Bárbara (los tortolitos, que espero que estén siempre juntos. Se ven lindos así), Nicolesh (la Mini 2.0, y los ochenta y tantos años de noviazgo jajaja). Y no puedo dejar de mencionar a mis compañeros directos: Sra. Rebeca M. (quería verla, pero bueno... será), Sole, Evelyn, Valeria, Mirta y Ema. Ellos fueron los que más me soportaron. Muchas gracias a todos y todas con quienes tuve el placer de trabajar durante esos 4 años y tanto (si no los menciono, no se enojen, es que no puedo escribir a todos y cada uno, pero tengo lindos recuerdos de todos). Podría estar recordando a mucha gente más y muchas situaciones graciosas y simpáticas vividas en ese lugar....

Pero todo esto es cosa del pasado... porque ayer, Panchito, fue despedido :(

Solo queda decir que Panchito seguirá otro camino, un camino que (estoy muy seguro) será mejor para mí. Y para quienes quedaron en ese lugar: sigan adelante. Son buenas personas y merecen siempre lo mejor.

¡Hasta siempre!
Atentamente: Panchito :D
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